Es habitual en estas fechas tras las fiestas navideñas la sensación de pesadez e hinchazón. Después de romper nuestra rutina, llevar una vida más sedentaria y cometer algún que otro exceso en cuanto alimentación, es normal sufrir problemas derivados de la retención de líquidos.
Además la llegada del frío no ayuda a combatirla. El calor que genera la calefacción, estufas, y prendas de vestir como medias, leggins, calcetines o botas, no contribuyen a una buena circulación ya que producen un calor excesivo. El exceso de sal en las comidas, el abuso del alcohol y la ingesta de algunos medicamentos son sus aliados. Pero también existen causas orgánicas como trastornos hepáticos, cardíacos, renales y hormonales. Durante el embarazo, la menopausia y el síndrome premenstrual las mujeres son más propensas a la hinchazón de piernas, la aparición de celulitis, varices y arañas vasculares.
Para prevenirlas como regla general se aconseja llevar hábitos de vida saludable: una dieta equilibrada rica en potasio y poca sal, hacer ejercicio como la natación, no usar prendas ajustadas, y beber mucha agua para ayudar al organismo a depurarse y eliminar toxinas.
Pero para plantar cara a la retención de líquidos también existen tratamientos efectivos como la presoterapia y la radiofrecuencia, recomendados por los especialistas en alta tecnología estética de American Secrets.
Radiofrecuencia
La radiofrecuencia consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas de alta frecuencia sobre la piel, que provocan un calentamiento controlado de las diferentes capas de la dermis, grasa o las zonas poco irrigadas del tejido tanto corporal como facial. Esta tecnología electro-regenerativa proporciona efectos biológicos beneficiosos en la regeneración de tejidos, formando nuevo colágeno, mejorando el drenaje linfático y la circulación sanguínea. El resultado es una piel más tersa, reduciéndose las arrugas y flacidez.
Presoterapia
La presoterapia utiliza la presión de aire para realizar un drenaje linfático. Se realiza a través de cobertores o botas especiales que recubren las piernas y glúteos, a través de las cuales se realiza sobre el cuerpo una presión positiva en forma ascendente. A través de estas ondas de presión se realiza un masaje que empuja al líquido linfático (moléculas proteicas y líquido intersticial), desde la región distal del miembro tratado (brazo o pierna) hacia la axila o la ingle. En estas zonas se encuentran los vasos linfáticos, conductos por los cuales el cuerpo elimina el exceso de líquidos, grasas y toxinas que generan la celulitis, edemas, linfoedemas y trastornos venosos como las varices.