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1. 365 DÍAS AL AÑO: El gran problema que debemos solucionar es que no tenemos asumido lo importante que es protegerse del sol todos los días del año. El fotoprotector es lo único que ha demostrado que previene el envejecimiento; con otras sustancias solo puedes repararlo.

2. CUIDAR LOS PRODUCTOS: Durante el verano, los botes se exponen a condiciones ambientales extremas al dejarlos en el bolso de playa o en el coche. Alcanzan temperaturas que no nos garantizan la estabilidad del producto para utilizarlos al año siguiente.

3. PROTEGER LAS ZONAS DE FLEXIÓN: la parte anterior del tronco, de los brazos y de las piernas, así como la cara. También hay que cuidar las zonas que siempre se nos olvidan, como puede ser el empeine, los dedos de los pies y la orejas (sobre todo la gente que suele llevar el pelo recogido y los hombres).

4. CREMA O ACEITE: Las lociones, al ser más hidratantes, están indicadas para las pieles más secas y para el rostro. En cambio, las texturas más oleosas son mejores para las pieles mixtas o grasas.

5. RETINOIDES: Las mujeres en periodo de gestación pueden utilizar sin problema los factores de protección solar siempre que no lleven retinoides. Este compuesto químico no debería llegar hasta la dermis, siempre es mejor prevenir y evitar riesgos.

6. DEFENSA: A los 18 años ya hemos gastado el 90% de la protección natural de nuestro cuerpo frente al sol.

7. SPF 50+: Hay protección alta, pero no existe la pantalla total. Los factores de protección siempre permiten el paso de una cantidad de radiación, aunque sea mínima. Tardarás un poco más en broncearte, pero al final lo
conseguirás.

8. CAROTENOS: Todos los alimentos que llevan carotenos nos ayudan a protegernos del sol. Los vegetales de colores vivos, fundamentalmente los de color rojo, anaranjados y amarillos: zanahorias, melocotones, tomates…

9. MEDICAMENTOS: La ingesta de algunos medicamentos hace que el sol cause mayor efecto. Por ejemplo, si estás haciendo algún tratamiento contra el acné con  pastillas o estás tomando la píldora anticonceptiva es importante usar un factor de protección muy elevado.

10. MÉTODO COLIPA: A la hora de diferenciar un producto de otro con el mismo factor de protección es importante que nos fijemos en el método de evaluación aplicado. Generalmente se utiliza el método COLIPA, recomendado por la Unión Europea, aunque no es obligatorio. A partir del factor 50+, la diferencia entre uno y otro sería escasa.

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